La luz tras la cicatriz, kintsugi o kintsukuroi.

Kintsukuroi (金繕い) o Kintsugi  es un arte tradicional japonés  que viene acompañando a esta cultura desde el sigo XVI. Es el arte de reparar la cerámica rota.

Cuando una pieza de cerámica se rompe no se deshecha, se sigue valorando el trabajo y la dedicación implícita en su propia existencia. Los materiales de que está hecha, las horas de trabajo, la creatividad del orfebre , la armonía de sus formas.

Aún rota se sigue admirando su diseño, su belleza y su función,  la pieza no se deshecha. Sigue un nuevo camino.

 

 

Cuidadosamente se unen sus partes, retomando su esencia  y con delicado respeto se unen usando resinas con polvo de oro.

Al repararla,  la cicatriz , ya parte del objeto,  adquiere un valor de fortaleza  y al repararlo de este modo, exponiendo la belleza de la cicatriz (sin cubrirla, sin esconderla)   los japoneses consideran que se realza el valor del objeto a un nuevo nivel de apreciación.

 

 

 

Pero no se detienen en la cicatriz, no es un canto a la cicatriz , es un canto al objeto que fluye a una nueva dimensión con la fortaleza adquirida y una belleza aún más única. Mostrándose pleno en un nuevo momento que fluye siempre desde su esencia.